En 2024, la regulación global de la inteligencia artificial (IA), el derecho digital y la ciberseguridad ha experimentado transformaciones sustanciales, desafiando a Colombia a adaptarse a este cambiante escenario. Internacionalmente, es palpable el esfuerzo por establecer marcos legales que aborden los dilemas éticos y de seguridad presentes en la rápida evolución de la IA. Países como Canadá y la Unión Europea han liderado con regulaciones más estrictas, buscando transparencia y responsabilidad en el desarrollo y uso de tecnologías de IA.
El lanzamiento de tecnologías innovadoras, como ChatGPT de OpenAI, ha sido un punto de inflexión, atrayendo a 100 millones de usuarios en sus primeros dos meses y generando una nueva conciencia sobre el potencial de la IA. Más allá de su eficacia mejorada, este avance ha llevado a un aumento significativo en los costos asociados, planteando desafíos económicos y éticos.
En la perspectiva colombiana para 2024, la regulación debe abordar dos puntos cruciales: la adaptabilidad de los sistemas de IA para aprender y realizar inferencias más allá de las anticipaciones humanas, y la autonomía de estos sistemas para tomar decisiones sin supervisión continua. Es vital encontrar un equilibrio que fomente la innovación sin comprometer la ética y la seguridad. Se sugiere la creación de comités multidisciplinarios (Se anunció la conformacion de un grupo de expertos en IA desde el Ministerio de Ciencia, Tecnologia e Innovacion) que incluyan a expertos en ética, tecnología y derechos digitales para garantizar regulaciones contextualmente relevantes y equitativas.
La adaptación de leyes existentes para abordar desafíos emergentes en el derecho digital y la ciberseguridad es esencial. La protección de datos, la propiedad intelectual y la responsabilidad en línea deben ser prioritarias. La colaboración internacional también será clave para abordar amenazas cibernéticas transfronterizas, enfatizando la necesidad de compartir información y establecer estándares globales.
En resumen, el año 2024 plantea desafíos y oportunidades para la regulación en Colombia. La creación de marcos legales proactivos, adaptados a la realidad local, será crucial para garantizar un desarrollo ético y seguro de la IA. La búsqueda de equilibrio entre la innovación y la protección de derechos individuales marcará el camino hacia un futuro digital sostenible.